Esperando el envero: ¿Rioja o Ribera?

Por "El tío de la copa".

Cuando nuestro macho alfa del blog, el ínclito Capitán Rábano, me propuso participar en este foro naciente desarrollando una, digamos, sección dedicada al mundo del vino me encantó la idea… hay tanto sobre lo que hablar y discutir en torno al vino y es todo tan cambiante que no nos vamos a aburrir.

Al poco, Word mediante, vino el folio en blanco y cientos de ideas revoloteando mi cabeza con una duda machacándome el cerebro como la gota malaya ¿por dónde empezar? ¿Por los tipos de uvas? No. Pretendo que, al menos, alguien llegue a leer el segundo post. ¿Métodos de elaboración?, ¡ni loco!, aún no tengo catavenenos y mis enemigos se multiplicarían como Gremlins en una bañera. ¿Y si escribo sobre los tipos de crianza? Psché, no estaría mal, pero tampoco lo termino de ver.

¿Y por qué no empiezo por una reflexión personal y luego ya Dios dirá?, al fin y al cabo esto es un blog… Venga, vamos a por ello.

Y comienzo con una pregunta ¿alguien sabe cuántas denominaciones de origen de vino hay en España? No vale ir a Google. No os preocupéis, ya os lo digo yo: hay sesenta y siete. Sí, sesenta y siete. Y sí, son sólo de vino, no hay ningún otro producto. Para lo incrédulos que tienen que meter el dedo en el costado:

http://www.mapa.es/alimentacion/pags/denominacion/documentos/mapa_vinos.pdf.

Y continúo con el comienzo de mi reflexión: ¿por qué en tantos y tantos bares de tapas cuando les pides un vino te preguntan “Ribera o Rioja”? ¿y de las otras sesenta y cinco no tienes nada prenda?, ¿qué hemos hecho mal?.

Uno se pide un vino en un bar en Nueva York y te preguntan qué tipo de vino quieres (por la uva) y de qué país (Francia, Chile, Estados Unidos, Italia, Sudáfrica, Australia, España, Argentina, etc.). Y aquí en nuestro país, con una tradición vinícola secular, no salimos del Ribera-Rioja. Es verdad que hay ciertos sitios en los que te encuentras algo de Toro, o del Bierzo, puede haber algo de La Mancha; pero lamentablemente, son los menos.

Abro la web del Consejo Regulador de la D.O.C. Rioja y sale el dato: este año se han vendimiado 371 millones de kilos de uva en la denominación. ¿Qué me dice, pues, que un camarero me diga simplemente que me puede poner “un rioja”? A mi no me dice nada de nada. ¿De qué bodega? ¿de qué sub-región? ¿de qué tipo? Tenemos que avanzar, exigir más; ya no vale, o no debería valer, con que te ofrezcan sin más una copa de entre los 400 millones de botellas que se elaboraron en un año dado.

Y me gustaría avanzar otra casilla de la Oca esta que estoy escribiendo: me juego una cena con quien me la acepte a que pregunto en cualquier calle de mi ciudad, Madrid, a una muestra de 20 sufridos ciudadanos por bodegas de la denominación de origen Vinos de Madrid y no sacamos más de 5 nombres en el mejor de los casos. Ni 3, diría. Entonces, ¿qué es lo que falla?, ¿es que en Madrid no se hace vino bueno?. ¡Por supuesto que sí!, Madrid es villa, que no ciudad, y es campo y chorizo de pueblo y queso… ¡y es vino!.

El otro día, con amigos, comimos con una botella de Heredad Torresano Crianza 2007 de Bodegas Jesús Díaz (Colmenar de Oreja, Madrid). Un vino con muy buenas hechuras: un color intenso, una nariz muy del gusto actual con frutos rojos y negros bien integrados con una madera nueva no muy agresiva, en boca se mostró agradable, carnoso y con buena acidez y un final largo que te incita a beber un poco más. Tan es así, que pasaportamos la primera botella en pocos minutos. ¿El precio del vino? Por debajo de los 10 euros.

Así que voy con otra pregunta (estoy preguntón hoy, habitualmente no soy tan pesado) ¿por qué no sirven este u otros vinos en bares de tapas en Madrid? Se elabora a escasos 50 kilómetros…

La única respuesta que encuentro para buena parte de las preguntas que he ido lanzando es que falta comunicación (de las bodegas y consejos reguladores hacia el público) y cultura, mucha cultura enológica para ser más exigentes.

Termino por hoy con dos llamamientos y una amenaza. El primer llamamiento es a los responsables de hostelería: al otro lado de la barra la gente quiere más, ya no vale lo que valía hace 25 años. Un segundo llamamiento es para los consumidores de vino: consumid más (es bueno para vosotros) y exigid más, mucho más de aquel que os va a cobrar por un vaso de vino.

Y ahora la amenaza: volveré a escribir. Amenazo con hablar de bodegas (¿marca tanto la diferencia una tecnología punta?), uvas (la tempranillo, nuestra gran baza de futuro en el mundo globalizado), barricas de roble (roble francés versus roble americano), viñedos (podas, cuidados, rarezas), los vinos y su temperatura o cualquier cosa que se me pase por la cabeza.

Advertidos quedáis.