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jueves, 27 de octubre de 2011

Mousse de castañas con gelatina de mandarina y limón



Las castañas son fruto de otoño, presagian la llegada de los fríos, aportan calorías y calientan las manos. Y eso que, al menos en Madrid, hemos perdido la tradición de las castañeras, de esos puestos pequeñitos dónde las comprabas, no tanto para comer (normalmente estaban carbonizadas), sino para enfríarte los bolsillos, jejeje...

En más de una ocasión el equipo guindillero ha realizado tramos del Camino de Santiago, En el mes de septiembre ya puedes ver como caen las castañas de las copas de los árboles, ya se anuncian las noches largas y ya imaginas sabrosos platos.

En esta ocasión hemos intentado elaborar un postre, una mousse de castañas no excesivamente dulce y que contraste con la acidez de una gelatina de cítricos, de mandarinas y limón.

Ingredientes (para 4 personas):


Para la gelatina de limón y mandarinas:


  • El zumo de dos limones.
  • El zumo de cuatro mandarinas.
  • Dos hojas de gelatina.


Para la crema de castañas:

  • 180 gr. de castañas.
  • Leche.
  • Azúcar (una cucharada).

Para la mousse de castañas y chocolate:
  • Crema de castañas (la resultante del apartado anterior).
  • 150 ml. de nata líquida (35% mg.).
  • Un toque de cobertura de chocolate (opcional).
  • 2 Hojas de gelatina.




Elaboración:


Para la gelatina de mandarina y limón:

  1. Exprimimos el zumo de los limones y mandarinas.
  2. Calentamos y añadimos las hojas de gelatina previamente hidratada.
  3. Rellenamos los fondos de los vasos o las copas y enfriamos hasta que adquieran consistencia.
Para la crema de castañas:

  1. Hacemos un pequeño corte en la piel de las castañas y las introducimos en un cazo con agua hirviendo durante unos 5 minutos.
  2. Las pelamos y las ponemos nuevamente al fuego en un cazo, cubiertas con leche y añadimos una cucharada de azúcar.
  3. Las cocemos a fuego suave durante 20 – 25 minutos, hasta que estén tiernas.
  4. Trituramos las castañas con la leche hasta obtener una masa fina.

Para la mousse de castañas:

  1. Calentamos unos 20 ml. de nata líquida (nata para montar con 35 % de materia grasa) y disolvemos dos hojas de gelatina previamente hidratadas.
  2. Mezclamos con la crema de castañas y añadimos en caliente un poco de cobertura de chocolate (cuando digo un poco, es un poco, un toque, no queremos ocultar el sabor de las castañas, en cualquier caso esto es opcional). Removemos y reservamos.
  3. Ponemos a prueba nuestro brazo, si no disponemos de medios mecánicos y con ayuda de unas varillas montamos el resto de la nata líquida e incorporamos la mezcla anterior con movimientos envolventes de abajo a arriba para que no pierda volumen (mejor con una espátula).
  4. Vertemos esta mezcla en los vasos sobre la gelatina de mandarina y limón previamente solidificada. Enfriamos hasta que adquiera consistencia.
Consideraciones:


Buscamos un contraste entre la acidez de la gelatina de mandarina y limón y la esponjosidad y dulzor de la mousse de castañas.


Y con esta receta volvemos a participar en el concurso de Recetas de Otoño del blog "Cucharón y paso atrás". ¡Esperamos que os guste!.


martes, 7 de diciembre de 2010

Las castañas, fruta de otoño


Consultamos la wikipedia: La castaña es el fruto del castaño. El fruto se presenta en una cápsula espinosa que tiene entre 5 y 11 centímetros de diámetro que consta de 2 a 7 castañas.

Las castañas fueron una importante fuente de alimentación en el sur de Europa, en el sudoeste y este de Asia y también en el este de Norteamérica. Durante la Edad Media, en el sur de Europa, las comunidades que habitaban cerca de bosques de castaños y que tenían escasez de acceso a la harina de cereal, utilizaban las castañas como principal fuente de hidratos de carbono.

Las castañas se pueden comer crudas, hervidas, asadas o dulces.

Y hoy vamos a hablar de castañas cocidas y para ello recuro a un consejo familiar que mi propia madre nos hace llegar de su puño y letra.




Cómo cocer castañas:

Aún recuerdo cuando nuestras abuelas nos ponían castañas cocidas con la piel exterior, era un rollo el comerlas, hasta que nos enseñaron como se debian cocer. Y como hoy en día en muchos hogares se siguen haciendo como antes, vamos a dar unos consejos.

 
1- Con un cuchillito damos un corte en la parte del pico por el lado plano deslizándalo entre las dos pieles hasta la parte gruesa en que cortarás y seguirás levantando la cáscara hasta dejarlas limpias como en la foto.




2- Pasarlas a una olla para su cocción con el agua suficiente para cubrirlas y una pizca de sal (muy importante) y a fuego moderado durante 35 minutos más o menos según calidad, si veo que las castañas son insípidas, les añado una cucharada de azúcar (no otras cosas para no desvirtuar su sabor).


3- Las escurrís si quedan con algo de agua y colocáis en una fuente para compartir y que cada uno se vaya limpiando las que vaya a comer, o por el contrarío si las servís limpias (lleva un rato hacerlo pero quedan mejor presentadas).


Castañas cocidas

Observaciones:

Tanto las cocidas como las asadas conviene comerlas calientes aunque con los microondas 15 segundos y listas.

Peladas de esta forma, las podemos meter en bolsas de congelación y tener castañas el tiempo que queramos, procurando siempre fijaros en que no tengan inquilinos nemátodos, esas mejor no las congeléis, quién sabe, igual provocáis un Parque Jurásico con un gusano de castañas que se haya extinguido y gracias a vuestro congelado vuelva a aparecer en el futuro.