En su elaboración se emplean garbanzos, lo más típico, o habas secas que sería el caso de Egipto.
La diferencia se aprecia en el sabor y en el color de la masa, a mí particularmente, me gustan más los de garbanzos.
Ingredientes:
- 500 gr. de garbanzos secos.
- 1 Cebolla grande.
- 2 Dientes de ajo.
- Un buen puñado de hierbas (perejil y hierbabuena).
- 2 Cuharadas de comino molido.
- 1/2 Cucharada de levadura en polvo.
- AOVE.
1.- Dejad los garbanzos en remojo durante un mínimo de 6 horas.
2.- Los escurrimos y trituramos en un robot de cocina hasta reducirlos a una pasta fina.
3.- Añadimos la cebolla, el ajo, el perejil, la hierbabuena, el comino molido, sal, pimienta. Picamos hasta hacer una pasta uniforme.
4.- Añadimos la levadura, mezclamos y cubrimos con un paño durante 30 minutos.
5.- Hacemos bolitas con la masa, bien con las manos o con la ayuda de dos cucharas, haciendo una quenelle.
6.- Freímos en abundante aceite y separamos en un papel absorvente.
Ideales para acompañar con hummus, tabbouleh o una crema de yogur y limón. En nuestro caso los servimos con hummus y un poco napados con tahine.
Podemos sustituir los garbanzos por habas secas.