¿Qué se puede hacer en Valencia en un solo día?.
Pues ya veis, hace unos pocos días realizamos un estupendo viaje a Valencia desde Madrid utilizando la reciente conexión por tren de alta velocidad.
Pues ya veis, hace unos pocos días realizamos un estupendo viaje a Valencia desde Madrid utilizando la reciente conexión por tren de alta velocidad.
Lo cierto es que este plan, ideado a mis espaldas por unos cuantos amigos, suponía la posibilidad de pasar un estupendo sábado, pero yo no acababa de verlo claro. Vamos a ver, es cierto que llegas muy rápido, pero a un elevado coste. Yo idee un plan alternativo de viaje en coche analizando el coste comparativo. ¿De que me sirvió?, bueno, los que me conocen saben que hablo mucho, pero normalmente no se me hace caso (aquí me pongo en plan Calimero), así que, como cabía esperar, me acabé subiendo al tren, no sin antes ganarme el sobrenombre de Capitán Rácano, gracias a la ocurrencia del amable taxista que nos acercó a la Estación de Atocha.
Salimos muy pronto de Madrid, un espectáculo ver en los campos como se levantaba la niebla al sol de la mañana mientras viajábamos cómodamente, e incluso nos tomamos un tentempié en el bar del tren (agarrándome a la barra, porque no veáis como se movía y los camareros ni se inmutan, impresionante).
Pues bien, llegamos a Valencia y procedimos, es decir: salimos a la calle, nos perdimos, nos fuimos al metro, nos perdimos otra vez, ¡y otra!. No sabría explicarlo, pero el Metro de Valencia nos pareció un galimatías tremendo, vamos, que íbamos unas cuantas personas con experiencias en muchos y variados metros de ciudades de todo el mundo ¡y nos perdimos dos veces!.
Finalmente y tras autoflagelarnos un buen rato por nuestra impericia, conseguimos llegar a nuestro destino y disfrutar de una soleada mañana en la que pasear por el antiguo cauce del rio Turia. Nos pareció impresionante, un paseo delicioso entre jardines, fuentes, deportistas, familias en bici, perroflautas perroflauteando y turistas extasiados.
La arquitectura del recorrido es impresionante e impactante y el sol de la mañana ayudaba mucho a realzar el momento y los lugares.
La arquitectura del recorrido es impresionante e impactante y el sol de la mañana ayudaba mucho a realzar el momento y los lugares.
Teníamos algo de prisa y apretamos el paso porque teníamos que disfrutar del Oceanográfico y aún tener tiempo de zamparnos unos maravillosos arroces en L'Estimat (de eso hablaremos mañana). Así que eso hicimos, no sin antes sortear en los tornos de la entrada el hecho de que las nuestras habían caducado porque las habíamos sacado para una fecha anterior (si es que cuando tienes el día torcido...).
El Oceanográfico nos gustó mucho, pero nos dejó cierta sensación claustrofóbica ver a grandes y preciosos animales confinados en espacios minúsculos, pero bueno, dejaré ese debate para otro espacio.
Después de la visita y tras añadírsenos una pareja más de amigos, que estos si que fueron más listos y habían ido el día anterior, nos dirigimos al destino que saciaría nuestro enorme apetito (y más ese día, con todo lo que habíamos hecho hasta entonces). En esta ocasión y gracias a la amabilidad de los valencianos, no nos equivocamos (y no fue porque no lo intentáramos) y conseguimos llegar a tiempo, por los pelos, a L'Estimat, un popularísimo restaurante en la Playa de las Arenas, dónde es imprescindible reservar con tiempo, porque está lleno y no es para menos. Mañana os relataremos la experiencia de esos arroces a la vista del mar.
Tras la comida nos dimos un paseo por la playa, hacía frío, pero eso no impidió que Pendiente de Diagnosticar se descalzase para probar el agua, os contaré un secreto, tiene un mapa del mundo entero donde va clavando chinchetas marcando aquellas playas en las que se ha mojado, ¡y os aseguro que tiene unas cuantas!.
No había que abusar del paseo y no teníamos mucho tiempo, por lo que hicimos un descanso en un bar que está muy cerquita del restaurante, el Destino 56, del que también os hablaremos otro día.
Lo cierto es que se veía venir, estábamos tan agustito que casi nos pilla el toro y tuvimos que volver a la estación en dos taxis que realizaron un rallie por la ciudad para dejarnos justo a tiempo de embarcar.
Una pena, si hubiéramos perdido el tren tendríamos que habernos quedado un dia más en Valencia.
¿Te puedes creer que yo no conozco Valencia? Siempre he pasado de largo con el coche para llegar pronto a la playa.
ResponderEliminarPues hay que ir a Valencia, que se come muy bien y está preciosa. Organizamos excursión, en cuanto querais.
ResponderEliminar