viernes, 13 de mayo de 2011

Irlanda (IV) desde Cork hasta Galway


By on 9:57

¡Volvemos a nuestras aventuras irlandesas!.

Bueno, en el capítulo anterior os dejamos en Cork tras haber recorrido un montón de kilómetros por las costas del suroeste. Parece increible lo que te pueden cundir los días cuando estás haciendo un viaje y no quieres perderte nada. En fin, al grano.

 
El rio Lee en Cork

Tras nuestra breve pero intensa estancia en Cork, nos disponíamos a viajar hasta Galway, en la costa oeste de Irlanda. Yo ya me iba acostumbrando a conducir "por el lado correcto", así que había perdido el agobio inicial, pero lo cierto es que seguía sin hacerme mucha gracia porque no paraba de llover.

 

La iglesia de Santa Ana

Bueno, lo primero es lo primero, así que nada más levantarnos dimos cuenta de un estupendo "Irish breakfast" y pagamos nuestra estancia a la "amable" cerrajera del B&B y acto seguido nos dimos un paseo por Cork, más que nada por verla de día (es broma) y hacer unas fotos de la ciudad que tan bién nos había tratado, aunque lo cierto es que las obras que ocupaban gran parte del casco urbano dificultaban un tanto la marcha.

Cargamos el coche y emprendimos viaje.

A pocos kilómetros de Cork se encuentra el castillo de Blarney una de las mayores atracciones turísticas de la zona. Se trata de un complejo en el que encontramos un antiguo castillo en ruinas, una mucho más moderna mansión, unos jardines y parques espectaculares y unas ruinas de un poblado de la edad del bronce con sus ruinas megalíticas.


Dentro del castillo lo más famoso es la llamada "Piedra de la elocuencia". Se encuentra en la parte más alta de la torre del homenaje. Se supone que si te tumbas boca arriba, inclinas la cabeza hacia el precipicio y repites no se que tipo de conjuro, te será dado el don de la elocuencia. Yo no me atreví a probar, en una tesitura semejante tiendo a pensar que se me caerán las lentillas ¡y a ver quién las encuentra luego!, eso por no hablar del hecho de que una cosa es conducir al revés y lloviendo, pero si encima eres un miope sin lentillas.... ¡quita, quita!.









De camino a Galway hay que pasar por una importante ciudad, Limerick famosa entre otras cosas por un pasado revolucionario. No estuvimos mucho tiempo (no lo teníamos), pero fue el suficiente para visitar su catedral, comprobar que estaba llena de estudiantes españoles y  tomarnos unas patatas fritas (se estaban convirtiendo en la comida típica irlandesa) y una pinta en un delicioso lugar a orillas del rio Shannon.



Por fin llegamos a Galway, "capital de los mares, albergue de extranjeros y patria de los valientes" una ciudad festiva llena de estudiantes y con un ambiente impresionante. Nuestro B&B era realmente agradable, nos recibieron espectacularmete y, por supuesto, rechazaron comprobar nuestra identidad con el DNI o el pasaporte (debe ser que es de mala educación comprobar que quien te paga es quién te lo ha reservado ¿?).

El rio Shannon


Yo particularmente me llevé una gran alegría al comprobar que la puerta de acceso tenía una cerradura "normal" y que el dueño no tenía rulos (de hecho estaba calvo).

Después de dejar los trastos en la habitación nos dimos un paseo hasta la ciudad y descubrimos algo impresionate. Parecía que había miles de personas por la calle, ¡y estaba lloviendo!. Nos dirijimos hacia el puerto, bajando por calles llenas de pubs abarrotados de gente. Aún era pronto, pero ya había conciertos y gente bailando ¡y nosotros sin cenar!. Pues bien, antes de cenar nos detuvimos en un pub para probar una de las especialidades más famosas de Galway y por extensión de toda Irlanda, unas ostras maridadas con Guinness, ¿qué que tal?, pues bién, pero a mi eso de que te pongan unas ostras y te ofrezcan Tabasco, wasabi y maridarlas con cerveza negra... qué queréis que os diga, a mi me gustan más al natural y con una botella de Alvariño.

Después del aperitivo bajamos hasta el puerto dónde contemplamos los famosos cisnes de Galway y vimos el Spanish Arch, una construcción que queda como testimonio de las antiguas murallas de la ciudad a la altura del puerto.


Cuenta una historia que debe su nombre a que Galway tenía el monopolio de la importación de vino español dentro de Irlanda y precisamente por ese arco llegaba el vino español.

Allí contemplamos a los cisnes en la desembocadura del Rio Carrib. Cuenta una leyenda que una vez una bruja, para evitar que los ingleses se llevaran a los niños de Galway, los convirtió en cisnes... ¡y allí siguen!.


El tiempo empeoraba, era julio, pero hacía frío, mucho viento y llovía a cántaros, aún así varios jovenzuelos hacían botellón bajo el arco y allí hicimos uno de los mejores descubrimientos de nuestro viaje a la Isla Esmeralda.

Al lado del Spanish Arch y en un edificio tan antiguo como el propio arco (desconozco si formaba parte de la antigua muralla), se encuentra un MARAVILLOSO restaurante, el Ard Bia. La experiencia fue tan impactante que repetimos al día siguiente y se merecería un post propio en este blog, porque es uno de los lugares dónde mejor he comido y mas a gusto he estado en todo el mundo, en toda mi vida.

Por favor, daos una vuelta por su web y echad un vistazo a su galería fotográfica y ya me contaréis.




Esa primera noche disfrutamos de unos mejillones y almejas al vapor cocinados con una salsa de nata, e hinojo. De segundo plato nos decidimos por el pescado, en concreto rape con alcachofas (delicioso) y una tarta de postre. Todo ello acompañado por un Pinot Noir neocelandés realmente fresco y muy agradable.



 
El lugar está decorado de forma íntima y muy bonita, parece un bistró y el servicio te hace sentir verdaderamente cómodo. No es un lugar muy "formal", de hecho es muy posible que te sientes en una mesa de madera y a cada comensal le sirvan la comida en un plato diferente, pero os aseguro que la comida es deliciosa y se puede acompañar con una muy completa carta de vinos repleta de referencias internacionales, la mayoría vinos chilenos, neocelandeses y sudafricanos. Todo ello mientras sientes el mar a tu lado y sabes que fuera hace frío, mucho frío, pero allí dentro estás en la gloria.

Bueno, en el próximo capítulo volveremos a la carretera y al mar. ¡Hasta pronto!.

PD.: Sabías que la expresión "linchar" referida a una turba que se toma la justicia de la mano contra un individuo proviene de un hecho historico que ocurrió en Galway cuando la muchedumbre atacó a un individuo apellidado Lynch al grito de: ¡To Lynch!.

About Syed Faizan Ali

Faizan is a 17 year old young guy who is blessed with the art of Blogging,He love to Blog day in and day out,He is a Website Designer and a Certified Graphics Designer.

4 comentarios:

  1. Te ha quedado precioso.

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  2. Leo todos tus reportajes sobre los viajes, no se tu profesión,pero es evidente que los viajes, las comidas y la narración no se te dan pero que nada mal, me estan entrando ganas de visitar esta Irlanda, convencer a los amigos y pasarnos las vacaciones por allí ¿ que tal de mocileros ?
    Eduardo

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  3. ¡Muchas gracias Eduardo!. Jeje... te aseguro que no me gano la vida ni cocinando, ni viajando ni escribiendo. Bueno, en mi trabajo escribo bastante, pero no tienen nada que ver.

    Pues os animo a recorrer Irlanda. No tendréis problema alguno, la gente es encantadora, hay un montón de alojamientos en plan Bead & Breakfast y en los propios pubs. Hay una buena red de autobuses y trenes (otra cosa es la puntualidad, pero eso supongo que es para diferenciarse de los ingleses).

    Lo que si te digo es que en Julio llueve mucho, curiosamente en Septiembre llueve bastante menos y por eso los pueblos suelen hacer sus fiestas en este mes.

    Llevaos una buena guía de viaje, nosotros fuimos con nuestro Trotamundos.

    Ánimo y ya nos contarás, en el próximo episodio hablaremos de las Islas de Aran y de Connemara.

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  4. he vivido en irlanda y si la gente es magica y encantadora. os animo a que os vayais de viaje

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