Horario: De 13:30 a 16:00 y de 21:00 a 00:00
Domingo y Lunes noche cerrado
Teléfono: 914314414
Web: Le Petite Prince.
Precio medio: 30 – 40€
Calificación: 3 GUINDILLAS
¿Os imagináis un restaurante de cocina tradicional francesa, dónde poder degustar la mayoría de las especialidades más populares y conocidas de la gastronomía gala, con unas raciones abundantes, un trato exquisito, en pleno centro de Madrid y a un precio asequible?.
¿No me creéis?, ¡pues existe! y se llama Le Petit Prince (El Principito) y lo conocemos bien, pues hemos ido varias veces y siempre hemos salido encantados. Os cuento.
El local:
Es estrecho, en algunos puntos angosto, es sencillo y está decorado con fotografías y carteles publicitarios que recuerdan algunas de las estampas más típicas (y tópicas) de Francia.
Nada más entrar nos encontramos con una pequeña barra a la izquierda que hace, además, de punto de información y admisión. A continuación un pasillo y a la izquierda algunas mesas. Este pasillo desemboca en un salon interior un poco más amplio.
Por cierto, dispone de terraza casi en la plaza de Felipe II.
Por cierto, dispone de terraza casi en la plaza de Felipe II.
La cocina:
Como ya he comentado, nos encontraremos con algunas de las más típicas especialidades de la cocina francesa, podemos comenzar por una tapenade, una tabla de quesos, un delicioso foie gras mi-cuit casero o unas, también caseras, rilletes.
La presentación tiene un cierto toque rústico que acrecienta el encanto y el sabor a bistró que impregna el local.
A la hora de los platos principales podemos optar por elaboraciones como el steak tartar (para mí lo más flojo de lo que he comido en este restaurante), un guiso de buey al estilo borgoñes, un maravilloso conejo a la mostaza o un clásico pato a la naranja.
Entre los pescados destacamos un delicioso lenguado meunière o una raya a la salsa de mantequilla y alcaparras.
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| Estofado de buey al estilo borgoñés |
Cuidado con lo que pedís, como podéis observar en las fotografías las raciones son abundantes.
En los postres nos podemos decantar por clásicos como la tarta tatin o unos golosos crepes suzette.
Y ya puestos, ¿por qué no pedir un vino francés?, pues sí, hay representaciones de sus denominaciones más típicas (Burdeos, Borgoña, Alsacia…) a precios asumibles.
Conclusión:
El local es pequeño, pero tiene encanto, los camareros (franceses) te darán un trato exquisito y muy natural. Las raciones son abundantes y creo que es un lugar ideal para iniciarse en el mundo (amplísimo) de la cocina francesa.
Os lo recomendamos sinceramente, este equipo ha ido varias veces y creo que seguiremos acudiendo.
PD: En nuevas visitas hemos constatado que el éxito quizá no le haya sentado muy bien a este restaurante, en primer lugar porque el aprovechamiento del espacio es tal que resulta francamente incómodo sentarse en según que mesas en las que no hay espacio y estás, literalmente, en un pasillo.
Por otro lado, algunos de los platos no están a la altura que estuvieron, forzados quizá por la misma presión del éxito y se han retirado de la carta de vinos algunas referencias que tenían precios muy asequibles.
El lugar sigue siendo muy recomendable, pero ha perdido una guindilla.
PD: En nuevas visitas hemos constatado que el éxito quizá no le haya sentado muy bien a este restaurante, en primer lugar porque el aprovechamiento del espacio es tal que resulta francamente incómodo sentarse en según que mesas en las que no hay espacio y estás, literalmente, en un pasillo.
Por otro lado, algunos de los platos no están a la altura que estuvieron, forzados quizá por la misma presión del éxito y se han retirado de la carta de vinos algunas referencias que tenían precios muy asequibles.
El lugar sigue siendo muy recomendable, pero ha perdido una guindilla.
fuimos muy ilusionados, con unos amigos conocedores de la cocina francesa, la atención fue buena, el sitio un pelín incomodo, los entrantes bien; los Rodaballos bien; la Raya claramente recalentada y el Lenguado (mi idea preconcebida) para llorar. No solo recalentado sino que no llegue a saber de que día había sobrado. Siento mucho tener que decir esto
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