martes, 31 de enero de 2012

Buñuelos de manzana


Buñuelos de manzanaTsatsiki Chef está más golosa que nunca y alterna su gusto por la cocina tradicional con diferentes toques vanguardistas, hoy la tenemos en formato tradicional con uno de esos platos clásicos que nunca fallan.

Espero que os guste tanto como a mi y os traiga gratos recuerdos.








Ingredientes:

  • Dos manzanas ácidas.
  • 4 Cucharadas (soperas) de azúcar.
  • Una cucharada (sopera) de canela.
  • 3 Cucharadas (soperas) de ron.
  • 2 Yemas de huevo.
  • 225 gr. de harina refinada.
  • 1/2 Paquete de levadura en polvo.
  • Aceite de girasol.
  • Un vaso de leche.

Elaboración:

1.- Pelamos las manzanas, les quitamos el corazón y las partimos en rodajas de medio centímetro de grosor.
2.- Las ponemos a macerar durante al menos media hora con el ron, la canela y tres cucharadas de azúcar (moviéndolas de vez en cuando).





3.- En un cuenco ponemos la harina, la levadura, las dos yemas y una cucharada de azúcar.



4.- Lo batimos todo con las varillas, añadiendo la leche fría poco a poco, hasta que quede una pasta homogénea.



5.- Rebozamos las ruedas de manzana en la masa, las escurrimos bien y las freímos en aceite muy caliente. Las ponemos en un papel absorbente.






6.- Se sirven templadas espolvoreadas de azúcar glass o canela, con sirope de fresa, con nata, con miel.......¡están buenas de todas formas!.

Buñuelos de manzana


lunes, 30 de enero de 2012

Patatas cocidas y brotes de espinacas.


En tiempos de crisis la patata se convierte en un alimento recurrente. Es barata, saludable, sabrosa y nutritiva. ¡Y si encima le añadimos unos brotes de espinacas, ya ni te cuento!.

Por ello, este espacio guindillero, en su cruzada por ofreceros elaboraciones apropiadas a estos tiempos, os trae hoy esta receta fácil y vistosa.

¡Y encima está buenísima!.

 

Ingredientes:


  • Patatas.
  • Brotes de espinacas.
  • Un diente de ajo.
  • Caldo de verduras.
  • Trozos o tiras de jamón serrano.
  • Azafrán, laurel, sal y un par de guindillas de cayena (¡por supuesto!).

Elaboración:

1.- Picamos y sofreímos un poco el ajo.
2.- Cuando empiece a tostarse añadimos las patatas cortadas en cachelos y cubrimos (sólo cubrir, que no sobre) con caldo de verduras.
3.- Salamos (poco), cocemos a fuego medio removiendo de poco en poco mientras cuidamos del nivel del caldo añadiendo de este de vez en cuando si hace falta.
4.- A mitad de cocción añadimos unas hebras de azafrán, las guindillas y las tiras o taquitos de jamón.


5.- Cuando llevemos unos 20 minutos de cocción dejaremos de añadir caldo esperando que este reduzca.


6.- Cuando las patatas ya estén cocidas y el caldo reducido, apagamos el fuego y añadimos los brotes de espinacas que se cocerán sólo con el calor residual (ver en las fotos como se reduce el volumen de las espinacas).




7.- Removemos mezclando bien los sabores y servimos inmediatamente.



domingo, 29 de enero de 2012

Vuestras cocinas: Pastel vasco (Urko)



Me encanta esta sección, he de confesaros que para mi es un placer recibir vuestras propuestas y luego publicarlas. Para mí no sólo es motivo de orgullo que nos tengáis en cuenta para ver vuestras recetas, sino que es una forma de aprendizaje.

No tenía ni idea de la existencia de este plato, pero gracias a Urko ya estoy deseando prepararlo por mi mismo.

Sin más os dejo con sus palabras, no os lo perdáis, nos incluye una estupenda reseña histórica.
 



Historia:

Según dicen los propios fabricantes el origen del pastel vasco, se encuentra en Cambo (Labourd/Lapurdi) y lo datan en el siglo XVII.

En origen se fabricaba con harina de maíz (quizás antiguamente, antes de la importación del maíz de América, se hiciera ya con harina de mijo, pero no nos costa), grasa animal (de cerdo generalmente) y miel. Era lo que hoy llamaríamos un pastel seco, sin relleno. Se hacía en las casas y se llamaba etxeko biskotxat o simplemente bizkotxat.

En esta zona de Iparralde la introducción del maíz tuvo enorme importancia y se llenaron los campos de cultivos de maíz, que luego se exportaba a otras zonas de Europa, lo que supuso una enorme riqueza para la gente de esta zona.

En el s. XVIII los viajeros gustaban de consumir este producto, al que por la dificultad de recordad su nombre llamaban pastel de los vascos, pasando a pastel vasco o gateau basque.

Este primitivo producto fue mejorado rellenándolo con las frutas del tiempo que en los caseríos tenían a su alcance (moras, higos, endrinas o cerezas).

El pastel vasco a la crema aparece al final del siglo XIX y en el siglo XX al fabricarlas los artesanos pasteleros incorporan como relleno la crema pastelera (incluso con vainilla y ron). Hoy en día muchos artesanos añaden a la masa almendra molida para mejorar su sabor.

Ingredientes:

Para la masa:

  • 450 gr. de harina.
  • 2 huevos (uno para pintar).
  • 2 yemas de huevo.
  • 200 gr. de azúcar.
  • 200 gr. de mantequilla.
  • Ralladura de limón.

Para la crema:

  • 1/2 l de leche.
  • 3 yemas de huevo.
  • 100 gr. de azúcar.
  • 50 gr. harina maizena.
  • Un tapón de ron.
  • Canela.
  • Vainilla.
  • Corteza de limón.



Elaboración de la masa:

1.- Mezclamos en un cuenco la mantequilla, el azúcar, la ralladura de limón, un huevo entero y las dos yemas.
2.- Agregamos la harina poco a poco y trabajamos bien la masa hasta que quede compacta.
3.- Envolvemos la masa en plástico de cocina como si fuera un chorizo.
4.- Dejamos que repose en el frigorífico durante 1 hora.

Elaboración de la crema:

1.- Reservamos un vaso de leche fría y el resto la calentamos en un cazo con la canela, la vainilla y la cáscara de limón.
2.- Mientras tanto, ponemos en un cuenco las yemas, el azúcar y la harina y lo mezclamos bien.
3.- Vertimos la leche fría y removemos con la varilla. ¡Fuera grumos!
4.- Tras retirar los aromatizantes, añadimos la leche caliente y seguimos mezclando.
5.- Lo pasamos todo a la cazuela y añadimos el ron.
6.- Dejamos hervir sin parar de remover hasta que la crema vaya espesando.
7.- La pasamos a un cuenco y dejamos que se enfríe en el frigorífico.





Montaje:

1.- Cortamos la masa en dos y extendemos con un rodillo hasta conseguir dos círculos. Uno de ellos un poco más grande que el otro, ya que tendrá que cubrir la base y los laterales y la otra será la tapa superior.
2.- Forramos un molde de tarta con el círculo grande de pasta de tal manera que sobresalga un poco por los bordes.
3.- Rellenamos con la crema pastelera.
4.- Ponemos encima la otra lámina de pasta y cerramos bien los bordes.
5.- Pintamos el pastel con huevo batido y le hacemos unas rallas decorativas con un tenedor.
6.- Horneamos a 180º C durante 45 minutos.

viernes, 27 de enero de 2012

Ensalada de bulgur y aguacate


Ensalada de bulgur y aguacateHace unos días os contamos como pelar un aguacate y hablamos del bulgur y claro, esto tiene un porqué, básicamente como preparación para mostraros la receta de hoy, una deliciosa y delicada ensalada de bulgur y agucate (y algunas cositas más). Muy parecida al tabulé, sólo que sin perejil.


En serio, un plato fácil, vistoso, sencillo, nutritivo y delicado, una gozada e ideal para quedar muy, muy bien.


Venga, ¡al lio!


 


Ingredientes:



Ensalada de bulgur y aguacate


Elaboración:



1.- En primer lugar hay que elaborar el bulgur con antelación, pues hay que dejarlo reposar y enfriar. Lo haremos según nos indique el fabricante, en este caso lo cocimos con el doble de agua (en volumen) y un poco de sal a fuego medio. Dejamos reposar y enfriar.

2.- Picamos finamente todos los ingredientes, en el caso del tomate y el pepino evitaremos las semillas y nos quedaremos con la carne (aquí os contamos la mejor forma de extraer la carne del aguacate).

Mezclamos todos los ingredientes y aliñamos con aceite de oliva virgen extra, zumo de limón, sal y pimienta.

3.- Decoramos con brotes de rábanos (¡a que son bonitos!).

miércoles, 25 de enero de 2012

Oporto


Oporto: Segunda ciudad más poblada de Portugal detrás de Lisboa, situada al norte…

No, lo nuestro no son los datos fríos. Oporto es mucho más que eso, es una ciudad única. La imagen sobre la Ribeira del Duero es Patrimonio de la humanidad, pero tras esa imagen hay una ciudad viva, latente, decadente, mortecina… un lugar único para recuperar descanso en el alma del viajero.


La luz del sol le sienta muy bien a esta ciudad, sin embargo, yo tengo la sensación de que el blanco y negro le sienta bien, incluso mejor en sepia. Las ciudades “vetustas”, “vividas”, llenas de experiencias tienen regusto a fotografía antigua, a esas con los bordes “mordidos” y aire cansino…





Claro, que lo de cansino tiene un porqué. Vamos a ver, se supone según los libros de texto que Portugal es un país poco montañoso. Es posible, pero lo cierto es que han levantado sus ciudades encima de cada cuesta o colina que han encontrado y Oporto no es una excepción.

No voy a hablaros de lo que hay que hacer en Oporto, porque para ello hay mil y una guías. Hoy voy a ser muy radical: camina, sube, baja, suda...





Baja hasta el río, cruza hasta Vila Nova de Gaia, piérdete en sus bodegas y disfruta de sus celebérrimos vinos (un consejo, no te quedes en la orilla, sube la cuesta y ve a alguna gratuita, cruza por encima del puente sobre el Duero y disfruta de la visión de los ravelos, aquellos barcos que antaño transportaban el vino desde los viñedos hasta las bodegas siguiendo el tortuoso y peligroso cauce del rio.





Piérdete por esta ciudad que parece a punto de rendirse de puro vieja, entra en la librería Lello & Irmao, tómate un caldo verde y al anochecer cena en algún local de Cais da Ribeira, frente al río, escuchando a algún músico recreando a la gran Cesarea Evora y su sodade.



Sorpréndete ante la visión de estudiantes vestidos como hace siglos, luciendo orgullosos su capa negra, disfruta de la visión de una ciudad real, vieja, cansada, astuta y resabiada.


Pero, sobre todo, no te quedes en lo obvio, hay vida mucho más allá de la Ribeira y sus turistas ingleses, de su muralla medieval, de las bodegas de…



Ve a Matosinhos a cenar, sí, no hay fotos, no sabíamos lo que íbamos a encontrar, pero resulta que en esta ciudad, al norte de Oporto aunque físicamente unida a la misma en su pequeña “megápolis” que sostiene el puerto industrial, hay, literalmente, decenas de restaurantes dónde a la caida de la tarde se ocupan aceras para asar sardinas, para elaborar delicias con la captura del día. En serio, hay una experiencia gastronómica única en Matosinhos: el mar.

Ve, vive Oporto.

PD: Os dejo con la gran Cesarea interpretando una de las más hermosas canciones de todos los tiempos. Nació en Cabo Verde, pero parece hecha para Oporto y la escucharás interpretar los músicos callejeros de la Ribeira, ¿hay una mejor banda sonora para una cena romántica?.



martes, 24 de enero de 2012

Bulgur


Quizá debería comenzar este post aclarando que el bulgur o burghul no es cous-cous y lo digo porque me he encontrado con recetas que típicamente se elaboran con bulgur hechas con cous-cous, como el tabulé. Si haces tabulé con cous-cous, será una deliciosa ensalada con cous-cous, pero no tabulé.

Pues bien, hace poco que nos hicimos con auténtico bulgur, un ingrediente típico de la cocina de oriente medio y norte de África (hay quién dice que es de origen libanés) y a lo largo de los próximos días iremos haciendo algunas recetas con este producto.

 

Pero, ¿qué es el bulgur?, pues no es más que trigo duro precocinado (hervido y partido) que puede presentarse de diferentes formas, ya sea en grano entero, corte grueso o fino. En nuestro caso hemos optado por el de grano fino (la verdad es que no había otro).

¿Y dónde conseguirlo?, pues he aquí el “problemilla”, porque a dia de hoy no lo he encontrado en grandes superficies, pero sí en herbolarios. Supongo que también será fácil dar con él en tiendas de alimentación especializadas en comida árabe.

Se trata de un producto extraordinariamente saludable y muy fácil de elaborar, muy típico en ensalada, pero podemos utilizarlo de muchas formas, básicamente como cualquier otro cereal o cómo se utliza el cous-cous (sí, de acuerdo, se parece al cous-cous…).