Como ya os hemos contado en otras ocasiones, somos unos devotos del restaurante Barandales, por lo que decidimos acudir el pasado jueves 17 de marzo a una cena con cata de vinos de las Bodegas Ramón Ramos.
Se preparó un menú especial para maridar con algunos vinos destacados de esta bodega situada en Venialbo de Toro. El menú incluyó entrante, primero, segundo, postre y el vino.
Allí estábamos, en la planta inferior, puntuales y expectantes, no conocíamos la bodega, pero seguro que disfrutaríamos de la experiencia.
Antes de comenzar, la jefa de cocina explicó la elaboración de los platos (y el por qué) y el enólogo Ramón Ramos (hijo) se encagó de explicar los vinos y atender a las cuestiones que se plantearon.
Os reproducimos el menú, las fotos y nuestras sensaciones.
ENTRANTE
Endivias rellenas de puré de calabaza, asada al aroma de romero, maridado con Monte Toro Rosado 2010.
Pues bién, a nosotros nos gustó, pero echamos en falta algo más de chispa. Un entrante elegante, refinado, suave (demasiado) y sin mucha vida. El rosado tenía la suficiente potencia para haberse permitido un entrante un poco más sabroso.
Digamos que pecó de suave y el vino superaba a la calabaza.
PRIMERO
Lomo de lubina con setas y tomillo a la pimienta verde, maridado con Monte Toro Blanco (Malvasía) 2010.
A mi modo de ver fue lo mejor de la noche, tanto sus elementos por serparado, como la combinación de ambos. A Tsatsiki Chef le gustó más el vino rosado, pero coincidió en que era mejor el maridaje.
SEGUNDO
Confit de pato con salsa de ciruelas y vino dulce, maridado con Tardencuba Crianza (Tinta de Toro).
Aquí es que no nos hizo mucha gracia el vino. Se supone que el maridaje era todo potencia, pero el vino era demasiado astringente y ni las ciruelas ayudaron.
Aquí es que no nos hizo mucha gracia el vino. Se supone que el maridaje era todo potencia, pero el vino era demasiado astringente y ni las ciruelas ayudaron.
POSTRE
Tarta de yogur natural y virutas de chocolate amargo, maridado con Vendimia Tardía.
Correcto. Un postre suave, ligero y nada pesado combinado con un vino dulce, pero no demasiado.
Tarta de yogur natural y virutas de chocolate amargo, maridado con Vendimia Tardía.
Correcto. Un postre suave, ligero y nada pesado combinado con un vino dulce, pero no demasiado.
Conclusión, una experiencia muy agradable y enriquecedora. Pudimos aprender de los cocineros y de los expertos en vino, pudimos compartir con amigos un rato agradable y discutir sobre nuestras apreciaciones. Todo ello por un precio de 29€.
No sé que os parece a vosotros, si esto se repite, nosotros volveremos, seguro.
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