Paseo de la Castellana 45.
28046 Madrid.
Telf: 913910026
web: http://www.restaurantemiyama.com/
Precio: 45€ - 50€
Calificación: ¡6 Guindillas!
¡Ah!, ¿qué creíais que la nota máxima de nuestros restaurantes eran 5 guindillas?. Ejem, pues sí, así era, pero sólo hasta que nos dimos una vuelta por Miyama san.
El grupo Miyama tiene dos restaurantes en Madrid, uno en la zona de la Gran Vía que ocupa el local del antiguo Tokio Taro y que tiene un aire más tradicional que el Miyama san del Paseo de la Castellana dónde se da a la cocina un aire más moderno, eso sí, combinando platos de lo más tradicional de la gastronomía nipona.
Me habéis leído alguna vez diciendo que no soy un fanático de la comida japonesa, la disfruto, sí, pero para mi no supone una experiencia tan fantástica como parece para otras personas, que queréis, ni siquiera me sorprende tanto.
Eso sí, me gusta comer bien y disfruto y valoro la buena comida, la buena técnica culinaria, la buena materia prima y el buen trato y sin todos y cada uno de esos ingredientes, la comida japonesano tiene sentido.
El local:
Miyama san está situado en pleno Paseo de la Castellana y más concretamente al lado de la Glorieta de Emilio Castelar, justo debajo de la antigua sede del Colegio de Graduados Sociales, donde el que suscribe paso algunas tardes.
Estamos en una zona de negocios, pero también, en ese tramo del Paseo, también turística, hay hoteles muy cercanos y por ello la ubicación me parece perfecta.
Al entrar tenemos una barra de sushi en el lado derecho y la sala que sigue, a lo largo y hasta el fondo.
La entrada de Miyama san |
Sushi bar visto desde el interior del local |
No voy a ser adulador porque sí y pondremos un pero, la proximidad de las mesas, están demasiado cerca, sobre todo teniendo en cuenta el tipo de público asistente un viernes noche y el precio de la cena.
Mesas de dos en Miyama san |
Botellas de sake decoran la sala |
La comida:
No voy a poner los nombres de los platos que degustamos, porque confieso que no los conozco, vamos, que nos dejamos asesorar y no me dediqué a apuntar nombres.
Además, creo que no hubiera servido de nada:
Puedo deciros que más allá de sabores ya conocidos, también descubrimos algunos nuevos para nuestros paladares, que cada nuevo plato constituía una nueva experiencia en la que todos los sentidos se sentían involucrados.
Una cena que supuso una emocionante incursión en la gastronomía japonesa.
Incluso los postres fueron espectaculares
Albóndigas de pulpo |
Una forma muy diferente de comer huevo |
Berenjena, buey, tempura de pescado... |
El vino:
Madre mía, aquí si que hay que ponerse serios. Resulta que el director del grupo Miyama es nada más y nada menos que Hiroshi Kobayasi, ¿y quién es Hiroshi?, pues un sumiller japonés que vino a aprender su oficio a España con sólo 19 años y con el que he coincidido en más de una ocasión y siempre ha sido un lujo.
La primera vez fue en Chaflán, dónde resultaba sorprendente la presencia de un jovenzuelo japonés asesorando el maridaje del menú degustación. Volví a verlo en Asiana en la cena más sorprendente de todas las que he sido comensal y la tercera vez ha sido en Miyama.
Si este hombre, con su prodigiosa nariz elabora la carta de vinos de un restaurante, déjese asesorar, no se arrepentirá.
Conclusión:
No es un lugar barato, hay otros mucho más caros y tampoco lo es más que otros japoneses pretenciosos o con aire neoyorkino que abundan por Madrid. Eso sí, si queréis disfrutar de auténtica cocina japonesa y abandonaros a la experiencia, os lo recomiendo. Fervientemente.
Pues la comida japonesa no es lo mío pero hay que reconocer que lo que habéis fotografiado tiene una pinta impresionante. Seguro que fue una experiencia para repetir (sólo por las chocolatinas ya parece merecer la pena.. la virgen :P).
ResponderEliminar