Hace ya muchos años que la sociedad occidental ha desechado el michelín como ideal de belleza, hasta el punto de condenar al ostracismo al que los acumula. Sin embargo, los restaurantes muestran orgullosos las estrellas obtenidas a juicio de los críticos de la Guía Michelín, que como todo el mundo sabe, califica a los restaurantes de una a tres estrellas basándose en unos criterios que son:
- Subjetivos.
- Desconocidos.
Y la pregunta es, ¿por qué entonces tienen tanta trascendencia sus dictados?. Pues no lo sé y no voy a aventurarme a dar una respuesta.
Yo he sido el primero en acudir a un restaurante atraído por el anuncio de sus estrellas y he de decir que por lo general siempre ha sido una buena experiencia, pero...
¿Para que sirven?.
Evidentemente dan prestigio y son un magnífico reclamo publicitario que, por lo general, lleva aparejada una inevitable subida de precio.
Da fama y reconocimiento a los cocineros que pueden impartir sus conocimientos a nuevos jóvenes interesados en aprender, supone un mérito y aval al trabajo desempeñado... En fin, todo esto es obvio.
Pero (de nuevo)...
Hay muchos peros, para mi el fundamental es que no existe un criterio público y más o menos objetivo, de modo que las decisiones adoptadas en muchas ocasiones parecen injustas, ¿por qué tal o cual restaurante tienen una o dos estrellas más que otro?, ¿por qué hay menos estrellas en España que en otros países?. No hay respuesta.
Y ¿qué ocurre cuando se pierden?, ¿se reducen los precios?, ¿se pierde clientela?. Pues supongo que habrá de todo, pero por lo general la respuesta es afirmativa.
Bueno, el caso es que se ha hecho público el nuevo escalafón de restaurantes estrellados y estrellables y no vamos a ser nosotros quienes juzguemos la calidad de los premios, el que quiera que opine.
Pero si que os digo que hoy mismo vamos a disfrutar de un restaurante con una estrella, Coque y ya os adelanto un gran reportaje, porque además vamos infinitamente agradecidos ya que es el premio que obtuvimos con nuestra receta de pierna de cordero lechal con miel y naranja en el concurso de recetas que organizó Intermiel.
Y bueno, una mención especial para el restaurante Club Allard, al que este blog dedicó una de sus primeras críticas gastronómicas y que ha sido "galardonado" con su segunda estrella. Lamentablemente supongo que esto conllevará un aumento de los precios, así que me regodearé en el recuerdo de sus platos porque puede que pase bastante tiempo hasta que vuelva a pisarlo...
0 comentarios:
Publicar un comentario