Taberna Los Gatos

Hay lugares que forman parte de nuestra vida. Sí, lugares dónde han ocurrido cosas, dónde nos hemos reunido con amigos o dónde hemos visto la vida pasar y por tanto su trascendencia va mucho más allá del hecho de su importancia gastronómica.

Porque hoy no voy a ser objetivo, hoy voy a hablar de un bar. De un sitio conocido por la inmensa mayoría de los madrileños, porque si alguien no ha entrado en él, seguro que ha pasado por su puerta en infinidad de ocasiones.

Y es que Los Gatos es un garito emblemático. Emplazado en una de las zonas más tradicionales del ocio / tapeo / cañeo, ha visto pasar generaciones enteras de madrileños dispuestos a disfrutar de una cerveza bien tirada, de la compañía de amigos en un espacio reducido, de unas tostas con las que ir matando el hambre mientras la vista se pierde en la infinidad de los objetos almacenados en sus paredes, sus rincones o incluso su techo.

En los Gatos podréis encontrarnos a la hora del aperitivo, o quizá a la hora de la primera cerveza de la tarde. Allí se reunen los madrileños, gatos o no, porque muchos no lo somos, algunos ni siquiera han nacido aquí, pero eso da lo mismo, porque una de las cosas buenas de Madrid es que todos somos de aquí y por eso entre sus paredes puedes encontrar a muchos madrileños hablando lenguas de todo el mundo. Dónde hayas nacido da lo mismo, entra por la puerta (si puedes) pide una cerveza, perdón, una Mahou (bueno, o lo que quieras) y pasea tu mirada por las paredes.

Disfruta de una agradable charla con tus amigos y repetirás, seguro.

Allí repiten los estudiantes, los turistas, los ejecutivos con corbata se relajan los viernes y cualquiera puede sentarse en sus mesas y pedirse un combinado de tostas.

Porque hay sitios en los que se bebe y se come, en los Gatos, además, se vive.

Salud.

Taberna Los Gatos.

C/ Jesús 2, Madrid.

Telf: 914293067

PD: Es cierto, como dice Sonia en el comentario, el equipo de Con un par de guindillas, dedican esta entrada a Ridente, de Gastronomía en verso, un gallego con alma poeta y cocinillas al que conocimos junto a su esposa en la maravillosa cena que nos organizó Canal Cocina.