A nosotros psché, más o menos como el apio. Así que vamos a sufrir mucho, porque desde el 25 hasta el 28 de octubre se va a celebrar el IX salón del chocolate de Madrid en el centro comercial Moda Shopping.
Nosotros seguramente nos dejemos caer por allí, porque:
1.- Nos han invitado y no podemos decir que no.
2.- Somos mentes inquietas.
3.- Nuestro desmedido afán por cumplir con nuestro deber nos obliga a estar presentes en eventos como estos, aunque no nos gusten. Todo por manteneros informados.
Que vida más dura…
Claro, claro, pobrecitos. A mí porque me pilla un pelín lejos que si no me quedaba con la ardua tarea de asistir.
ResponderEliminarUn besito desde Las Palmas.
Jeje... Hombre, si es por sufrir y tan dispuesta estás, podemos nombrarte corresponsal guindillera en Las Palmas. Que es un sitio de esos a los que sólo iríamos por obligación y sufriendo muchísimo.
EliminarEs más, yo estoy dispuesto a sacrificarme e ir a negociar contigo las cláusulas del acuerdo y sufrir las incomodidades propias de algún hotel de la zona :P
Qué lástima, oye si veis que es un sacrificio muy grande yo puedo ir por vosotros, no es que me haga mucha gracia el chocolate (sí, más o menos como las setas) pero yo por haceros el favor rompo principios y lo que haga falta...
ResponderEliminarNo hace falta mujer, si ya digo yo que la peor parte de este trabajo (lo de acudir a eventos, restaurantes, cenas, catas...) lo asumo yo con resignación y sentido de la obligación.
EliminarEn cualquier caso te digo lo mismo que he dicho más arriba, si quieres negociamos tu nombramiento como corresponsal guindillera en los confines boreales. ¿Conoces algún incomodísimo hotel de lujo en Helsinki en el que pernoctar?, ¿y algún café demasiado bonito en el que negociar las asperezas del contrato mientras sufro degustando bollitos de canela?
Alguno conozco... hay uno con señores uniformados a la vieja usanza que te llevan las maletas y esas cositas y te llaman "señor", qué barbaridad! Y luego conozco un café donde tomar bollos de canela, bonito y tal, con vistas a la catedral blanca. En fin, minucias. Sé que no está a la altura, pero por la amistad bloguera que nos une deberíais de venir a formalizar. A cambio yo voy a lo de los chocolates por vosotros y si os sale algo de quesos, os cubro también, todo sea porque luego la boca no os huela a pies.
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