domingo, 30 de junio de 2013

Steak and Guinness pie (Reto el Asalta blogs)


Steak and Guinness pieTenía muchas ganas de hacer un estofado de ternera con Guinness y, por otro lado, tenía muchísimas ganas de hacer un pastel inglés y mira tú por donde…

Mira tú por donde, el reto “El Asalta blogs” organizado por el muy ladronzuelo blog Gastro Andalusí, me ha dado la oportunidad de encontrar una receta que aúna mis dos intenciones.

Para el que no sepa de que estoy hablando, no hay más que pinchar en el logo y enterarse de esta divertidísima iniciativa que, sobre todo, nos va a permitir conocer un montón de blogs y aprender un montón de cosas nuevas. En resumen consiste en asaltar el recetario de un blog y una vez al mes, el último día, todos los participantes publicamos una receta libremente elegida.

El blog asaltado de este mes es Contigo en la playa, un blog que vimos nacer y que, lo digo sinceramente, no es peloteo, ha crecido mucho y muy bien.

No tuve que curiosear mucho en el recetario, porque pronto encontré este magnífico pastel ingles (¿o irlandés?) y me dije, ¡ésta es!.


Los ingredientes y el proceso de elaboración podéis seguirlo aquí, en la receta original. Yo he seguido al pie de la letra las instrucciones y “casi” todos los ingredientes y si digo “casi” es porque Raúl incluyó el apio y ya sabéis que mis principios vitales me impiden comer apio. No lo he sustituido, nada puede sustituir al apio, nada puede, siquiera remotamente, parecer apio.

He de decir que la receta es mucho más fácil de elaborar de lo que en principio pueda parecer, la masa se hace en un momento y es una receta realmente agradable y muy sencilla. Todo un acierto.




Ingredientes:

  • 300 gr. de ternera cortada en tacos pequeños.
  • 1 Zanahoria.
  • 1 Cebolleta grande.
  • 2 ramas de apio.
  • 100 gr. de tomate triturado.
  • 5 ó 6 champiñones.
  • 1 lata de Guinness de 440 cl. (una pinta).
  • 1 cucharada de harina.
  • 1 cucharada de salsa Worcestershine.
  • 1 cucharadita de tomillo.
  • 1 cucharadita de romero
  • 1 cucharadita de perejil fresco picado (no tenía).
  • 2 hojas de laurel.
  • Sal y pimienta al gusto.


Sin rastro de apio

Elaboración:

1.- Limpiamos bien de grasa la ternera y la enharinamos (yo lo hago muy ligeramente, no me gusta con mucha harina). Cortamos la cebolleta en juliana. Pelamos la zanahoria y la cortamos en taquitos pequeños. También los champiñones y el apio. Todo en trocitos muy pequeños.

2.- En una sartén grande freímos la carne, cuando comience a dorarse añadimos la cebolleta y la dejamos a fuego lento hasta que esta comience a pocharse. Incorporaremos el resto de las verduras (salvo los champiñones) y dejamos a fuego lento hasta que se hagan bien. Añadimos las especias, la salsa Worcestershine, el tomate triturado, removemos bien y freímos unos 5 minutos.

3.- Añadimos todo el sofrito a una olla grande e incorporamos la cerveza Guinness y, ahora sí, los champiñones y dejamos reducir a fuego lento alrededor de 2 horas o hasta que se consuma removiendo de vez en cuando.


Ingredientes para la masa shortcrust:

  • 200 gr. de harina.
  • Una pizca de sal.
  • 100 gr. de mantequilla a temperatura ambiente.
  • 5 cucharadas de agua a temperatura ambiente.
  • 1 Huevo para decorar.



Elaboración:

1.- En un cuenco grande mezclamos con las manos la harina, la mantequilla y la sal, hasta que quede con una textura similar a la de las migas. Pero sin amasar demasiado.

2.- Incorporamos poco a poco las cucharadas de agua hasta que consigamos una textura ni muy seca ni muy húmeda. Dejamos reposar entre 15 y 30 min. envuelta en papel film.

3.- Una vez transcurrido el tiempo estiramos la masa con ayuda de un rodillo hasta dejarla de un grosor de unos 4 mm.


Emplatado:

1.- A la hora del emplatado he optado por la opción B, la de colocar el “relleno” en recipientes individuales sobre los que colocamos una porción de la masa, pegamos bien a los bordes, pintamos con huevobatido y hacemos un agujero en el centro con un cuchillo.


2.- Introducimos en el horno previamente calentado a 180ºC y dejamos durante unos 30 minutos o hasta que veamos que la masa queda dorada.


3.- Presentamos el pastel acompañado de humeante puré de patatas y verdes guisantesy como somos un blog guindillero, le hemos añadido un par de piparras.




Es un platazo, jugoso, sabroso, contundente y absolutamente british.

Steak and Guinness pie



Steak and Guinness pie


Steak and Guinness pie

miércoles, 26 de junio de 2013

Sorteamos el nuevo libro de Samantha Vallejo-Nájera


Samantha Vallejo-Nájera está de moda, ¡eso es incuestionable!. La podemos ver por televisión, en el programa Masterchefy en Canal Cocina. Pero no es una advenediza, lleva mucho tiempo trabajando y tiene una empresa de catering que goza de mucho éxito.

Y ahora ha publicado un libro, “Quedar bien sin complicarte la vida, y nosotros vamos a sortearlo entre nuestros seguidores.

¿Quieres participar en el sorteo y optar a ser el ganador del libro?, ¡pues continúa leyendo.




Seré sincero: no soy fan de Samantha, mi opinión es pública, pero yo intento ser justo. No me gusta su pose en el programa de Canal Cocina, eso no significa que no me gusten sus recetas. Y además, en este blog no sólo cuenta mi opinión, así que cuando la editorial nos hizo llegar el libro quisimos hacer un análisis y crítica lo más constructiva posible, pues no queremos sortear un libro que no nos guste.

Y es que el libro sí que nos gusta. Está muy bien hecho, el contenido es muy apropiado y además, es muy honesto. Es lo que el título dice, una recopilación de recetas que te permitirán, sin ninguna duda, “Quedar bien sin complicarte la vida”.


Son recetas al alcance de cualquiera, tanto a nivel técnico como de ingredientes. No hay técnicas imposibles ni alardes de cocina molecular. Es una cocina de aires internacionales, tremendamente vistosa y que transmite la personalidad de la cocinera.

Además, el libro tiene un formato realmente bueno. Tiene un tamaño ideal, una organización en capítulos muy apropiada, fotografías espectaculares y un texto muy sencillo.

Entonces, ¿lo recomendamos?, , es un libro ideal para iniciarse en un tipo de cocina vistosa, sencilla y actual.

Y como lo recomendamos, pues vamos a sortear un ejemplar, un ejemplar que puede ser tuyo de una manera muy fácil.

¿Qué tienes que hacer?.

Nada más fácil, simplemente tienes que dejar un comentario en esta entrada, desde hoy mismo hasta las 23:59 horas del viernes 5 de julio de 2013 (horario peninsular, GTM+1) y asegúrate de dejarnos una dirección de correo electrónico para poder contactar.

Ya está, nada más, no es obligatorio que te hagas seguidor del blog ni en la página del Facebook, ni en Twitter ni nada (aunque nos gustaría, ;)).

Transcurrido el plazo, realizaremos un sorteo en alguna página web de esas que garantizan la aleatoriedad y haremos un “pantallazo” del resultado.


Así que, ¡adelante y mucha suerte!.


martes, 25 de junio de 2013

Restaurante Viridiana


RESTAURANTE VIRIDIANA:

Calle Juan de Mena 14, Madrid 28014.
Teléfono: 915311039
Web: http://www.restauranteviridiana.com/
Precio: 60 - 110€





CALIFICACIÓN: 5 GUINDILLAS.


Comer en Viridiana es una experiencia única, en toda la extensión de la palabra.

No conozco un restaurante comparable. Se trata de una prolongación de la exuberante personalidad de su propietario, fundador y absoluto jefe, el Chef Abraham García, alguien que se mantiene fiel a sí mismo, mucho más allá de modas, corrientes o tendencias.

Hemos seguido desde hace años a Abraham, sus apariciones en televisión, su aportación en Canal Cocina, sus encuentros, los viernes a las 12:00 en www.elmundo.es, etc. Muchas veces hemos pasado por la puerta de este establecimiento y nos hemos dicho: “alguna vez entraremos”.

Y entramos.



El local:

Está situado en una de las más turísticas y señoriales zonas de Madrid, al lado del Parque del Retiro, muy cerca del museo del Prado, de la puerta de Alcalá y de varios hoteles de lujo. Y eso se nota en su clientela, pudiente e internacional.


Es un local pequeño dividido en dos plantas. La superior, a nivel de calle, dicen que suele ser ocupado por la clientela habitual y tiene la ventaja de contar con luz natural que entra a través del escaparate.


Una escalera imposible, estrecha y llena de tramos revirados une el espacio superior con la planta inferior, que es dónde nosotros y la mayoría de los clientes, comimos, aunque quizá la palabra “comida” no hace justicia a la experiencia.

 

No puedo decir que se trate de un local bonito. Tiene una decoración abigarrada en la que caben todas las aficiones de Abraham. Hay un montón de referencias cinematográficas en forma de claquetas, imágenes de películas (por supuesto, de Viridiana). También hay imágenes taurinas y hermosos cuadros que abigarran las paredes.


Las mesas están algo más próximas de lo deseable aunque la escasa iluminación favorece la intimidad.


Las mesas están bien vestidas y el tamaño es correcto, así como cómodas son las sillas, lo que agradecimos bastante, teniendo en cuenta que la comida se prolongó durante más de dos horas.

La comida:

Impresionante, contundente, sabrosa… son términos habituales de su cocina. Dicen que hay que probar sus elaboraciones “viscerales” y sus platos de caza, que, como el mismo Abraham dice, le salen de sus fogones.

También cuentan que son preferibles sus entrantes a sus segundos. No lo sé, nosotros pedimos un menú degustación, o, mejor dicho, un menú Abraham, pero creo que lo mejor es que os cuente las cosas tal y como este cronista lo recuerda.

Tras conseguir una reserva para comer un sábado, decidimos no desayunar y darnos un gran paseo antes de entrar, porque lo íbamos a necesitar.

Tras sentarnos e incluso antes de que se nos acercase algún camarero, vino el propio Chef a contarnos los platos que había fuera de la carta (carta que aún no habíamos visto). Se tomó su tiempo y abrió nuestro apetito, aún así le dijimos que íbamos a decantarnos por el menú degustación, lo cual, aseguraría que no le hizo demasiada gracia, aún así se despidió con un:

“Relájense y disfruten, comer aquí es una fiesta”.

Y en efecto, la fiesta comenzó casi inmediatamente, porque empezaron a desfilar platos, eso sí, al principio con cierto desorden que, la verdad, no nos molestó, pues le dio un aire de bistró íntimo. Y me explico.

Como he dicho no nos habían traído la carta cuando nos cantaron los platos “fuera de” y fue el propio Abraham el que nos trajo los entrantes sobre una claqueta ¡sin retirar los platos que teníamos en la mesa!, ósea, la puso encima, a estas alturas no nos habían traído la bebida, aunque apareció casi al instante un camarero con un Godello, una uva por la que siento una especial debilidad y nos preguntó si queríamos beber algo antes de la comida ¿?, bueno… me pedí una cerveza.


Y allí estaban los entrantes, dos de sus más famosos platos, un salmorejo de frambuesa con tropezones de la misma frambuesa y arenques marinados.


Y por otro lado, una cazuela de unas magníficas y famosísimas lentejas estofadas con leche de coco, curry rojo y una albóndiga de rabo de toro (que siempre es de vaca, como el mismo Abraham explica). Todo lo que había oído acerca de este plato le hace justicia e incluso se queda corto, ¡impresionantes!, ¡magníficas!.


A estas alturas nos trajeron unos panes rellenos de queso, quizá algo demasiado empalagosos y un aceite con la firma del omnipresente Abraham a modo de aperitivo, también trajeron la cerveza y ya nos habíamos terminado los entrantes. Insisto, no nos molestó, digamos que nos hizo gracia.



Continuó la comida con unos boquerones presentados con un aliño típico de un ceviche en un guiño a la cocina peruana.


¿Y después?, pues unos caracoles estofados con jamón. Contundentes, sabrosos, excesivos…


A estas alturas comenzaba a asustarme, pues comenzaba a llenarme y tenía la intuición de que aún quedaban muchos platos por salir.

Por cierto, los clientes de al lado también pidieron un menú degustación, aunque el suyo difirió del nuestro en algunos platos, aunque no sé si negociaron algo antes.

El siguiente plato fue una refrescante ensalada con unos tomates muy carnosos combinados, de forma magistral, con unos nísperos asados.



Y, de repente apareció otra de las leyendas de Viridiana, sus famosísimos Huevos de corral en sartén sobre Mousse de hongos… y un camarero con una inmensa trufa que ralló generosamente delante de nosotros sobre el plato. Un regalo para los sentidos (sobre todo el olfato) que acompañaron de más pan y de una botella de vino tinto. Un goloso crianza de la Tierra de Castilla y León que combinaba muy bien a los huevos y a lo que quedaba por venír.


Y es que la comida aún no había terminado.

Lo siguiente fueron unas carrilleras de atún rojo con papas arrugás y una salsa chipotle.


Ahora si que estábamos llenos, ¡y nos quedaba el secreto ibérico!.


Uf… hay que ser muy duro para enfrentarse a este menú y nos faltaban los postres.

Dos helados por persona, uno de limón y otro de canela y para compartir unas natillas al armagnac.




Finalmente nos sirvieron un té moruno que debería ayudar a hacer una digestión que iba a ser muuuuy larga.

¡Ah!, que no se me olvide una referencia al final de la comida, concretamente a la minuta, que se nos entregó en un “recipiente” absolutamente genial, como no iba a ser menos, Abraham es genio y figura hasta el final, hasta el hecho de que en la cuenta no figuraba el importe de dos “Menús degustación”, sino de dos “Menús Abraham”, lo cual me reafirma en el hecho de que comimos lo que el Chef, ese día y en ese momento, tuvo a bien servirnos.


Por cierto, fue el propio Abraham el que recogió los últimos platos de nuestra mesa y estuvo un tiempo charlando con nosotros acerca de sus productos y de sus colaboraciones. Un personaje.

Conclusión:

Es un restaurante caro, incluso muy caro. El menú degustación tiene un precio de 110 € (IVA incluido) por persona, ahora bien, el precio no lo es todo. Este es un lugar histórico, un restaurante de referencia para los amantes de la buena mesa y un lugar al que merece, y mucho, la pena ir. Muchas veces es mucho más caro comer por 9 € en según qué lugares.


A cambio obtendremos una experiencia que a nosotros nos ha resultado inolvidable. Como su propio Chef se define, “A contratiempo”.


domingo, 23 de junio de 2013

Filetes de merluza al horno con salsa de moscatel y pasas


Merluza al horno con salsa de moscatel y pasasVamos a ver, yo creo que si os digo que hoy hablamos de una receta de merluza al horno y acompañado de una salsa cuyos ingredientes son vino moscatel, uvas pasas, mantequilla y huevo, estoy seguro de que a alguno de vosotros ya se le está haciendo la boca agua.

¿Me equivoco?.

Creo que no, os dejo con esta deliciosa receta de nuestro Viejo Sabio.



Ingredientes:

  • Un Kilo de merluza fresca en filetes.
  • 1 vaso (de agua) de vino moscatel.
  • 1 puñado generoso de uvas pasas.
  • 2 yemas de huevo.
  • 50 gr. de mantequilla.
  • Pan rallado.
  • Sal.
  • Zumo de medio limón.
  • AOVE.

 


Elaboración:

1.- Pintamos con AOVE el fondo de un recipiente de Pirex. Ponemos sobre él el pescado, previamente salado, con la piel hacia abajo. Lo espolvoreamos con el pan rallado, y ponemos la mitad de la mantequilla en lascas sobre el pescado. Regamos con el zumo de medio limón y con la mitad del vino.



2.- Horneamos (horno precalentado a 150ºC) durante 15 min.

3.- En un cazo ponemos el resto del vino con las pasas, y lo hervimos durante dos minutos.



4.- En una sartén derretimos la mantequilla que queda (25 gr.), y rehogamos en ella las pasasy el vino.



5.- Batimos las yemas de huevo y las vamos incorporando a la salsa de vino y mantequilla, poco a poco y removiendo mucho para que no se cuajen.




6.- Napamos el pescado con esta salsa y lo dejamos reposar 5 minutos en el horno caliente pero apagado. Servimos calentito.



Merluza al horno con salsa de moscatel y pasas

jueves, 20 de junio de 2013

Aceite de oliva virgen extra lasolana2


Aceite de oliva virgen extra lasolana2Las cosas bien hechas, se notan.
Las cosas hechas con pasión, se notan.
El buen aceite de oliva virgen extra… ¡se nota!.

Y todo esto se aprecia, y mucho, en el Aceite de Oliva Virgen Extra lasolana2, un producto que pudimos conocer a través de Cristóbal Sánchez, Gerente de la empresa, que nos la presentó en Gastrotur2013 y nos encantó.

Ahora, reposadamente, en nuestra casa, hemos catado el producto, lo hemos sometido a todo tipo de pruebas, ósea, que hemos dado buena cuenta de él, ¡porque nos ha encantado!.



Se trata de un aceite monovarietal (Picual) elaborado en Almería y en el que destaca el ligero amargor y picor propio de la variedad, si acaso acentuado por las condiciones de elaboración del producto y especialmente por la temprana recolección, justo antes de que el fruto alcance su maduración, causa quizá, de su precioso color verdoso y hecho que favorece su conservación.


Este aceite es muy especial, de hecho es único como bien destacan en su propia web, por ejemplo, las condiciones del cultivo a 1100 metros de altitud, lo cual reduce las enfermedades y disminuye la producción (por lo que mejora la calidad).


Además su cultivo es ecológico y se utilizan el mínimo posible de productos fitosanitarios (esto, como se ha dicho, se ve favorecido por el cultivo en altitud).

Pero vamos más allá, la recolección se hace por medio de un tractor-vibrador, lo cual hace que sólo se recojan las aceitunas de los árboles y no las del suelo.


El proceso de elaboración se realiza en dos fases, con extracción en frío a 22ºC, lo cual mejora la calidad, y da lugar a una producción muy pequeña y controlada, limitada a 1000 litros y dispuestos a la venta en una edición de 2000 preciosas botellas de medio litro.

En la inmensa mayoría de nuestras recetas utilizamos AOVE, es lo que consideramos apropiado culturalmente, somos españoles, somos mediterráneos, pero es que, además, estamos convencidos de sus bonanzas de cara a la salud. Puestos en esta tesitura, digamos que cualquier AOVEnos parece indicado para el consumo por todas sus virtudes, ahora, el tipo de aceite (por geografía, coupages o monovarietales, etc…) va a depender del gusto de cada uno.



Evidentemente es un aceite con un precio elevado, aunque consideramos que la relación calidad/precio es más que correcta, ¡así que no lo vamos a recomendar para elaborar frituras!, es un aceite para el que queremos recomendar su consumo en crudo, en ensaladas, con un buen tomate o, mejor aún, ¡mojando un buen pan!.